Virgo, el mago de los estudios de grabación


Desde las 00:56 hs del jueves 23 de agosto, los nativos de Virgo celebran la llegada del signo que aporta uno de los componentes fundamentales de la maquinaria del buen rock: la técnica.

Decididamente, tener a mano a alguien con un buen Virgo en la Carta Natal es crucial a la hora de grabar un disco inolvidable.  Más allá del histrionismo, el carisma, el glamour de las estrellas de los escenarios, si no fuera por el bajo perfil virginiano, su indeclinable capacidad de trabajo, y su eterna búsqueda de la perfección, lo que se escucharía al poner "play" en nuestros reproductores dejaría bastante que desear.

Desde George Martin hasta Brian Wilson, pasando por Quincy Jones y cientos de productores más, la capacidad virginiana de quedarse trabajando minuciosamente hasta llegar al sonido perfecto, ha generado miles de grabaciones memorables, que serían imposibles de lograr con la mera "actitud" de otros signos más llamativos pero menos cerebrales, como Aries o Leo.

A Virgo no le importan los aplausos, salir en la tapa de revistas o generar el frenesí del sexo opuesto, sino que su objetivo principal es que el trabajo quede terminado. Y bien. Trabajando en las oscuridades de los estudios de grabación, detrás de las consolas, pateando toda la ciudad en busca de alguien que toque la nota exacta de violonchelo que andan buscando, haciéndole repetir 172 veces una frase al cantante (que se cree Dios y no quiere), la gente con esencia virginiana suele brillar sin buscarlo conscientemente, concretando grabaciones capaces de sobrevivir el paso del tiempo.

Pongamos algunos ejemplos para ver en acción el poder de este signo:

Pese a tener  una buena carga de Mercurio en sus cartas (planeta que rige tanto a Géminis como a Virgo), John Lennon y Paul McCartney guiaban su evidente musicalidad hacia formas simples, quizás un tanto toscas, pero indudablemente llenas de energía (y buenas melodías). Las grabaciones previas a su llegada a EMI los muestran entusiastas pero poco efectivos, "grabando" meramente los temas, pero sin un plan de ataque, sin una visión clara de cómo deberían sonar, o cómo podrían  impactar más fuertemente en sus eventuales oyentes. Fue necesario su encuentro con George Martin para que pudieran notar en todo su esplendor la importancia de ciertos arreglos, ciertas estructuras, la necesidad de quedarse trabajando el tiempo que fuera necesario para conseguir el sonido ideal (más allá de que en los primeros años no contaran con demasiado presupuesto, y debieran grabar los temas lo más rápidamente posible). Martin (Luna en Virgo) les mostró el camino, y el mundo ya no volvería a ser el mismo.

En la entrega sobre Leo hablamos de las cualidades expresivas de su ascendente leonino, pero ahora podemos centrarnos en el Sol y Mercurio en Virgo de Freddie Mercury. Más allá de su capacidad de brillar en vivo, Freddie tenía la capacidad de quedarse días enteros en el estudio hasta llegar al sonido exacto que tenía en mente. Digamos que Virgo le daba la capacidad de dejar "en espera" a ese Leo salvaje, permitiéndole sentarse a trabajar y no levantar el trasero hasta concretar la grabación perfecta.

Otro notorio "virginiano" es Brian Wilson, que si bien era Sol en Géminis (recordemos que Mercurio también rige a ese signo), tenía la Luna en Virgo, por lo que encontraba consuelo emocional pasando gran parte de su tiempo detrás de las consolas. Brian detestaba salir de gira (algo más acorde a un leonino), pero lo hacía por presiones familiares, hasta que un día no lo pudo soportar más y dijo "basta", para gran beneficio de los amantes de la música. Su negativa a seguir poniéndose las ridículas camisitas de los Beach Boys y salir a los escenarios, redundó en mucho mayor tiempo libre para componer y grabar, lo que ocasionó un frenesí virginiano que nos dejó, entre otras cosas, a Pet Sounds.

Podríamos seguir largamente enumerando casos, pero el artículo se haría eterno. Nombremos rápidamente al equipo Michael Jackson (virginiano solar)-Quincy Jones (con muchos planetas en Virgo), a Ike Turner (que quedó impresionado y celoso de Phil Spector al oir la versión final de "River Deep, Mountain High"), al propio Phil, que no tenía Virgo pero sí mucho Mercurio, a Roy Orbison (Ascendente Virgo), a Pete Townshend, Nick Cave, Santana, Stevie Wonder, Prince y hasta al Director de la Orquesta Filarmónica de New York,  Leonard Bernstein, quien adoraba desentrañar los misterios de las grabaciones pop. Algunos son Sol en Virgo, otros tienen muchos planetas en ese signo, y otros tienen mucho Mercurio, pero todos comparten esa esencia virginiana de dedicación al trabajo, de no dormir, no descansar, no comer, no "vivir", si eso repercute en una buena grabación, en algo que le pueda volar la cabeza a los oyentes, decenas de años después de haber sido grabado.

En definitiva, si el rock and roll es rebeldía, furia, energía, si nos permite "salvar nuestra vida", como dice la canción de Lou Reed, entonces Virgo es el intermediaro fundamental entre esa magia y nosotros, los oyentes. Sin Virgo, los que no estuvimos ahí (ya sea Memphis en los años '50, Liverpool en los '60, Buenos Aires en los '70, o cualquier "ahí" que podamos imaginar), no podríamos saber de qué se trata. Por lo tanto, celebremos esta notable energía zodiacal y juntémonos a escuchar el disco que más nos guste, que seguramente suena bien gracias a que un virginiano estuvo metiendo mano por ahí.

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